La menopausia no llega de un día para otro. Hay un periodo de transición llamado perimenopausia que puede durar unos cuatro años hasta que los ovarios dejan de funcionar y la menstruación desaparece completamente.
A lo largo de esos años los niveles de estrógenos disminuyen y las mujeres tienen que lidiar con síntomas como los sofocos, la sequedad vaginal y la pérdida de libido, los problemas para dormir… Para algunas puede resultar agotador, pero otras notan estos síntomas con mucha menor intensidad.
QUÉ ES EL ESTROBOLOMA
La microbiota es el conjunto de organismos microscópicos que viven en nuestro interior y nos protegen de patógenos, contribuyen a regular el sistema inmune y ayudan en la digestión o a sintetizar vitaminas.
Y en esa pobalción de microorganismos existe un conjunto de bacterias denominado estroboloma que tienen la capacidad de regular los niveles de estrógenos que circulan por el organismo. Así lo explica la Dra. Judas:
- Estas bacterias generan una enzima llamada beta-glucuronidasa que, en el intestino, transforma los estrógenos en su forma activa. Para que las sustancias en el organismo «funcionen» tienen que estar en una forma activa; de lo contrario pasan a la sangre y al hígado, y se eliminan sin hacer ningún efecto.
- Con esta transformación, las bacterias del estroboloma alteran los niveles de estrógenos en la sangre, generando un triángulo entre la microbiota intestinal, la microbiota vaginal y los niveles de estrógenos en el cuerpo.
CÓMO AFECTA A LA MICROBIOTA VAGINAL
La microbiota va cambiando a lo largo de la vida de la mujer, entre otras cosas porque los niveles hormonales condicionarán qué especie microbiana va a predominar más.
Así pues, vamos a ver una microbiota muy diferente en una niña, una mujer madura o una anciana.
En la menopausia se observa que, de forma normal, hay una reducción de los niveles de estrógeno y esto provoca también una pérdida de diversidad bacteriana.
- Y tanto la pérdida de diversidad bacteriana como el descenso de estrógenos afectan a la microbiota vaginal que protege la mucosa vaginal, provocando una atrofia vulvar y vaginal y menos moco cervical.
- Estos cambios generan una ambiente hostil en la vagina: cambia el pH y eso hace que se pierda aún más flora vaginal. Por eso en la menopausia aumenta la sequedad vaginal y las infecciones.
- Pero si en los años de tránsito a la menopausia mantenemos una microbiota sana y, en consecuencia, un estroboloma óptimo, los estrógenos –aunque vayan descendiendo de forma natural– se mantendrán más activos y los síntomas serán menores. Esto ayudará a reducir la inflamación, los sofocos, la atrofia y la sequedad vaginal, las infecciones de orina.
- Fuente: https://www.sabervivirtv.com/ginecologia/cuidar-microbiota-reduce-sintomas-menopausia_6447