Las enfermedades de transmisión sexual son infecciones que se adquieren por mantener relaciones sexuales con una persona infectada.
Las infecciones de transmisión sexual se propagan predominantemente por contacto sexual, incluidos el sexo vaginal, anal y oral. También se pueden reproducir por medios no sexuales: transfusiones de sangre o productos sanguíneos. Algunas infecciones de transmisión sexual pueden contagiar de madre a hijo durante el embarazo o el parto.
Las enfermedades de transmisión sexual pueden ser transmitidas por bacterias, parásitos o virus. Las más comunes son:
- Herpes genital
- Gonorrea
- Sífilis
- Tricomoniasis
- Virus del Papiloma Humano (VPH)
- Infecciones vaginales
- Hepatitis B
- VIH/SIDA
- Clamidia
En la mayoría de los casos, las enfermedades de transmisión sexual afectan a hombres y mujeres. Son asintomáticas o sólo van acompañadas de síntomas leves que no necesariamente permiten un diagnóstico certero y son descubiertas por casualidad en la consulta ginecológica de rutina, por eso es importante que realicen al menos una vez al año.
Los síntomas varían de acuerdo a cada enfermedad. En caso de SIDA, la sudoración, fiebre, inflamación de ganglios durante más de 3 meses, diarrea crónica, dolor de cabeza, dificultad para respirar. La Clamidia puede producir dolor al orinar, secreción vaginal, secreción uretral o presentarse sin síntomas. El Herpes puede presentarse con úlceras y picazón en el área genital, brotes recurrentes. El Virus del Papiloma Humano puede presentarse con verrugas en la zona genital o ingles, pero puede no tener síntomas. La Gonorrea provoca mucha secreción purulenta, quemazón, fiebre, dolor abdominal. La Hepatitis B por otro lado, puede presentar úlceras indoloras en la zona genital, boca o recto, erupción cutánea en palmas de manos y pies, fiebre, dolor de cabeza, dolor de huesos y articulaciones.
La única forma segura de protegerse de las enfermedades de transmisión sexual es no tener relaciones sexuales.
Pero si se elige mantener relaciones sexuales es importante:
- Crear un vínculo de confianza con la pareja para que puedan hablar de parejas pasadas o de enfermedades de transmisión sexual que se hayan contraído con anterioridad.
- La pareja debe conocer si se ha tenido una ETS y si se ha curado o no.
- Usar un preservativo cada vez que practique sexo vaginal, anal u oral.
- Visitar al médico para que le realice exámenes una vez al año o con la frecuencia sugerida el especialista.
La buena salud sexual es algo que se debe cuidar ya que en caso de adquirir una enfermedad de transmisión sexual, esta puede acompañar a una persona durante el resto de su vida. Una buena forma de prevención también es evitar la promiscuidad, limitando la cantidad de parejas sexuales. Cuantas más parejas sexuales se tenga, mayor será el riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual.
Cifras: por la OMS
- Cada día, más de 1 millón de personas contraen una infección de transmisión sexual.
- Se estima que, anualmente, unos 357 millones de personas contraen alguna de las cuatro infecciones de transmisión sexual: clamidiasis, gonorrea, sífilis o tricomoniasis.
- Más de 500 millones de personas son portadoras del virus que provoca el herpes genital tipo 2 (HSV2).
- Más de 290 millones de mujeres están infectadas con el virus del papiloma humano (VPH).
- Cada año, 1 de cada 20 adolescentes contrae una infección bacteriana por contacto sexual, y se observan infecciones a edades cada vez más tempranas.
- Entre un 10% y un 40% de las mujeres con clamidiasis no tratada desarrollan una enfermedad inflamatoria pélvica sintomática.
- Un 30% a un 40% de los casos de infertilidad femenina obedecen a una lesión de las trompas de Falopio posterior a una infección.
- Durante el embarazo, la sífilis temprana sin tratar causa la cuarta parte de los casos de muerte fetal y el 14% de los de defunción neonatal.
Fuente: https://drarivadeneira.com/wp-admin/post-new.php