Laser Genital
SÍNDROME GENITOURINARIO DE LA MENOPAUSIA
Los síntomas y signos del SGM afectan de manera progresiva en la menopausia desde su aparición, a diferencia de los síntomas vasomotores que mejoran o desaparecen con el paso del tiempo. Las molestias más frecuentes en pacientes con SGM son la sequedad vaginal, prurito, ardor disuria y dispareunia, que se asocian con frecuencia a problemas cutáneos en los genitales externos. Como consecuencia, la calidad de vida se ve afectada en un 30-50% en este grupo poblacional. Además, las infecciones vaginales de repetición ocurren por la alteración de la microbiota vaginal (disminución de lactobacilos y aumento de bacterias patógenas), originada por la pérdida del contenido de glucógeno de la mucosa vaginal derivada del cese de la función ovárica.
INCONTINENCIA URINARIA
La incontinencia urinaria es la pérdida del control de la vejiga. Los síntomas pueden variar desde una filtración de orina leve hasta la salida abundante e incontrolable de ésta. Puede ocurrirle a cualquiera, pero es más común con la edad. Las mujeres la experimentan el doble en comparación con los hombres.
La mayoría de los problemas de control de la vejiga ocurren cuando los músculos están demasiado débiles o demasiado activos. Si los músculos que mantienen la vejiga cerrada se debilitan, es posible que tenga accidentes al estornudar, reír o levantar objetos pesados. Esto se conoce como incontinencia de esfuerzo (o por estrés).
Si los músculos de la vejiga están demasiado activos, es posible que sienta una fuerte urgencia por ir al baño cuando tenga poca orina en la vejiga. Esto se conoce como incontinencia de urgencia o vejiga hiperactiva. Existen otras causas de incontinencia, tales como lesiones neurológicas.
El tratamiento depende del tipo de problema que tenga y lo que mejor se adapte a su estilo de vida. Puede incluir ejercicios simples, medicinas, dispositivos especiales o procedimientos indicados por el médico o cirugía.
ATROFIA GENITAL
La atrofia vaginal, también conocida como vaginitis atrófica, es un trastorno que consiste en un adelgazamiento de las paredes de la vagina y en una disminución de su lubricación, lo que produce una mayor sequedad e inflamación vaginal.
Está causada fundamentalmente por una disminución de los estrógenos, que son la principal hormona sexual femenina, por lo que es un problema muy frecuente en la mujer durante la menopausia. Afecta aproximadamente a la mitad de ellas en este período, e influye tanto en su funcionalidad sexual como en su calidad de vida, pudiendo persistir los síntomas durante años si no se toman las medidas oportunas. Sin embargo, existen diferentes alternativas terapéuticas para intentar contrarrestar la clínica que produce esta patología.
La atrofia vaginal es una patología muy prevalente en mujeres postmenopáusicas. De hecho, entre un 40% y un 60% de las mujeres sufren síntomas urogenitales relacionados con esta entidad durante esa etapa de la vida.
Sin embargo, no es un problema exclusivo de este período, ya que también puede afectar a mujeres más jóvenes, sobre todo después del parto o durante la lactancia. No obstante, la prevalencia es mucho menor.
El láser genital es una técnica actual, que puede solucionar todas estas afecciones sin cirugía, dolor y con una recuperación inmediata.