¿Crees que conoces todo sobre cómo ponerte y quitarte un tampón? Podrías estar cometiendo uno de estos errores sin darte cuenta:
#1 Sólo te lavas las manos después de ponértelo
Lavarte las manos antes de ponerte el tampón es fundamental. Esto ayuda a que no se contamine mientras lo insertas, así lo señala la ginecóloga, Alyssa Dweck, co autora del libro The Complete A to Z for Your V, en entrevista con Cosmopolitan.
#2 No insertas el tampón lo suficientemente profundo
Dweck señala que esto debe sentirse sin mucha dificultad, es decir si no insertas el tampón completamente se sentirá muy incómodo. Incluso podrías sentir la punta de algodón en la entrada de la vagina. No deberías de sentirlo si está correctamente colocado.
#3 Sólo usas un nivel de absorción
De acuerdo con la clínica Mayo, es poco probable que los tampones causen un síndrome de shock tóxico, una enfermedad causada por bacterias, pero los tampones de absorción alta podrían aumentar el riesgo de que esto suceda. Según Dweck lo mejor es usarlos cuando realmente crees que es realmente necesario. El flujo de sangre en tu periodo cambia de día a día, por lo que lo mejor es también ir cambiando el nivel de absorción de tu tampón.
Según la doctora Lona Prasad, ginecóloga en el centro médico de la ciudad de Nueva York, si usas un tampón súper absorbente cuando no tienes mucho flujo, esto puede causar que se seque tu tejido vaginal. Un estudio publicado en el ‘European Journal of Obstetrics & Gynecology and Reproductive Biology’ señala que esta sequedad podría causar grietas en la pared vaginal, lo que aumenta las probabilidades de una infección.
#4 Sólo te cambias el tampón una vez al día
Aún cuando no tengas mucho flujo, el tampón debe cambiarse cada cuatro a ocho horas, esto según la Universidad Americana de Ginecología. El algodón es como una casa reconfortante para las bacterias y entre más tiempo lo dejes, más propensa podrías ser a una infección.
#5 Los usas un día después de que se termine tu periodo, por si acaso
Un pedazo de algodón seco en tu vagina no sólo puede ser algo incómodo, debes evitar esto para no causar ninguna infección, asegura Dweck.
#6 No te cambias el tampón después de hacer pipí
Dweck señala que no es necesario cambiar el tampón cada vez que vas al baño. Pero, desde un punto de vista práctico e higiénico, entre más haces pipí, más se humedece el tampón y menos cumple su función.
#7 No te cambias el tampón después de hacer popo
Si a tu tampón se le pega cualquier bacteria, esto podría infectar con facilidad a la uretra, señala Dweck. Además mover tu intestino también podría mover al tampón y que se sienta algo incómodo.
#8 Se te olvida sacarlo
Suele pasar, si se te olvida quitarte el tampón y, por ejemplo, te lo dejas toda la noche, asegúrate de lavarte las manos antes de quitarlo. Si por alguna razón se atora (es imposible que se pierda), respira profundo para encontrarlo con más facilidad o puedes acudir con tu médico. Que no cunda el pánico.
#9 No te lo cambias después de nadar
Cuando te mojas, también tu tampón. Si el algodón se llena de cloro, agua de mar, o agua de un lago, podría causar una irritación si no te cambias tu tampón rápido. La buena noticia es que las bacterias en el agua no tienen porque causar una infección en la vagina, a menos que realmente sea muy sucia, asegura Dweck.
#10 Tiras los tampones porque crees que ya caducaron
Mientras que el empaque esté intacto, Dweck asegura que usar un tampón viejo es completamente seguro.
#11 Usas tampones con aroma
De acuerdo con el departamento de Salud en Estados Unidos, algunas mujeres podrían tener una reacción a este tipo de tampones. Podrían causar una irritación o picazón. Dweck recomienda usar productos sin ningún aroma.