Ir con tu madre al ginecólogo puede ser lo más vergonzoso que hagas en tu vida: pero puede salvarte del cáncer.
¿Qué se supone que debes contestar?, ¿deberías conservar el dulce concepto que tu madre tiene de sobre ti o decir la verdad? Cuando crees que lo más penoso ha pasado, descubres que apenas comienza: ahí estás, con las piernas abiertas de par en par frente a un total desconocido. Está cerca, muy cerca inspeccionando tu vagina con inusual curiosidad —como si se tratara de un bicho raro—, «¿a qué hora termina todo esto?», piensas.
Aunque para nadie es especialmente divertido visitar al ginecólogo, es sumamente necesario: tanto así que una visita oportuna puede salvar tu vida. El Papanocilaou es parte esencial de ese chequeo y esto es lo que debes saber sobre él:
12. Es fácil: tu ginecólogo recolecta células del cuello uterino con un cepillo cervical. Al analizarlas puede evaluar si son cancerosas, precancerosas o normales.
11. Es recomendable hacerlo después de los 21 años, tengas o no una vida sexual activa.
10. “No tengo tiempo” no es un pretexto; la prueba es rápida, no dura más de 10 minutos.
9. No duele. Quizá te incomode un poco tener las piernas abiertas y sentir un cuerpo de metal entrando por tu vagina, pero mientras relajes tus músculos y mantengas la respiración no sentirás ninguna molestia.
8. Esta prueba sólo explora el posible cáncer del cuello uterino, no si hay presencia de Enfermedades de Transmisión Sexual u otros tipos de cáncer.
7. Una revisión de rutina no cuenta como Papanicolaou, debes solicitar este estudio de manera explícita.
6. Si los resultados apuntan a algo “anormal” no hay que alarmarse. Para determinar si existe presencia de cáncer deben hacerse estudios posteriores como la colposcopia.
5. Si se detecta VPH tampoco es el fin del mundo, éste tiene un tratamiento.
4. Se recomienda no tener relaciones sexuales 2 o 3 días antes de la prueba ni haber usado tampones, espumas anticonceptivas, medicamentos por vía vaginal y no estar en tu periodo.
3. Sólo debes ducharte como acostumbras y no es necesario rasurarte completamente.
2. Si no hay ninguna anomalía, el estudio puede hacerse cada 3 años; sin embargo, algunos especialistas apuntan que lo correcto es que sea cada año. Pregunta a tu ginecólogo particular qué es lo mejor para ti.
1.Según una investigación dada a conocer por StatPearls, desde que estas pruebas se implementaron las muertes por cáncer de cuello uterino han disminuido hasta un 60 %.
Tú también puedes salvar tu vida.-
Quizá te dé un poco de vergüenza, es normal las primeras veces. Pero piensa que la pena no debe perjudicar tu salud; es necesario que te deshagas de tabúes. Si te sientes más cómoda, puedes buscar con tus amigas una ginecóloga de confianza y si te hace sentir muy incómoda, pedir a tu mamá que te espere fuera del consultorio. Lo importante es que no dejes de revisarte periódicamente. El cuidado de tu vida está en tus manos.