No hay etapa de la vida de una mujer que no esté relacionada de un modo u otro con la actuación hormonal; y en concreto con los estrógenos. De su presencia o ausencia y de sus diferentes fluctuaciones dependen muchos aspectos del bienestar femenino.
- La mayoría de mujeres conoce la relación que existe con el ciclo menstrual, la menopausia o incluso en los cambios de humor repentinos.
Pero la actividad de esta hormona femenina (que se origina en los ovarios) no solo es básica para el desarrollo del aparato genital femenino, también interfiere en el funcionamiento de muchos órganos y tejidos.
Por qué los estrógenos deben estar en equilibrio
El nivel de estrógenos cambia ligeramente a lo largo de la vida de la mujer pero, en general (y a pesar de que se dan ciertos picos hormonales en función del momento del ciclo menstrual), se mantiene estable durante la etapa reproductiva.
Los estrógenos condicionan todas las etapas de la vida de la mujer
Cuando su concentración es óptima, las hormonas influyen positivamente sobre la salud:
- Mantienen los huesos fuertes. La estructura ósea está siempre renovándose y los estrógenos contribuyen al equilibrio entre su proceso de formación y destrucción. Y es que contrarrestan la acción de hormonas como la paratifoidea (PHT), que hacen que el hueso se vuelva frágil y poroso.
- Protegen el corazón. Además de ayudar a metabolizar las grasas, regulan también el colesterol malo y aumentan el bueno. Además, un estudio publicado en The New England Journal of Medicine demostró que la actividad de los estrógenos previene la formación de depósitos de calcio en las paredes arteriales, alejando el riesgo de que se obstruyan. Todo esto hace que cuando los niveles de estrógenos son óptimos (durante la edad fértil) la mujer esté especialmente protegida frente a los accidentes cardiovasculares.
- Miman el cerebro y mantienen la memoria. Esta hormona tiene la capacidad de estimular el flujo sanguíneo en el cerebro. Por ello, contribuye al buen estado cognitivo y al mantenimiento de la memoria. Un estudio de la Universidad del Sur de California (EE. UU.) demostró que las mujeres con un nivel más alto de esta hormona la mantenían en buen estado durante más años.
- Ayudan a estar de buen humor. Los estrógenos afectan al buen funcionamiento de los neurotransmisores en zonas del cerebro implicadas en la emoción, como son la amígdala, el hipocampo y los lóbulos prefrontales. Así, los estrógenos modulan las experiencias emocionales. Por ello se puede percibir más irritabilidad durante algunas fases del ciclo menstrual.
- Te hacen resistir más el estrés. Un estudio de la Universidad de Buffalo (EE. UU.) demostró que lo que hace que las mujeres soporten mejor el estrés es también la acción protectora de los estrógenos.
- La piel resplandece. Son responsables del mantenimiento del colágeno, sustancia que da flexibilidad y firmeza a la piel. Por eso cuando disminuyen estas hormonas femeninas la piel pierde elasticidad y se deshidrata fácilmente, lo que hace que sea más sensible y propensa a las arrugas.
Qué pasa cuándo suben los estrógenos
Durante los días 14 y 28 del ciclo menstrual se produce un incremento de estrógenos, algo que también ocurre en el embarazo.
Sin embargo, puedes segregar esta hormona de forma desproporcionada a causa de una mala alimentación:
- Si comes mucho o mal o aumentas de peso. Y eso provoca que otros órganos (además de los ovarios) liberen estrógenos, con lo cual la cantidad que circula es mayor de la necesaria.
Fabricas más hormonas si tomas muchas grasas y eso puede aumentar el riesgo de cáncer de mama
- Se está viendo que esto ocurre, por ejemplo, a niñas de 8 o 9 años que ya tienen su primera regla… pero también a mujeres postmenopáusicas con sobrepeso, y que no deberían tener ya un nivel tan alto de estrógenos.
- Esto puede provocar un mayor riesgo de tumores. Los estrógenos favorecen la actividad de las células mamarias. Por ello, si los niveles de esta hormona se disparan esto puede favorecer el desarrollo de cáncer de mama. Alejar la obesidad ayuda a evitar que aumenten de forma peligrosa.
- Los miomas, tumores benignos en el útero, también se desarrollan por un exceso estrogénico. Otra investigación en México ha relacionado su exceso con un mayor riesgo de desarrollo de cáncer de pulmón en la mujer.
Tomando menos carnes rojas y embutidos, menos lácteos enteros, alcohol y azúcar ayudas a que su nivel se reduzca. Por contr, te conviene aumentar el consumo de alimentos ricos en fibra: se sabe que las mujeres cuya dieta es alta en esta sustancia tienen menos estrógenos.
Si los estrógenos bajan cómo te afecta
Los estrógenos se mantienen estables hasta los 35-40 años. A partir de ese momento, empiezan a descender y más tarde –con la llegada de la menopausia– se reducen más, hasta una décima parte. Esta nueva situación provoca una serie de cambios, por ello:
- Hay que cuidar más los huesos: La estructura ósea está siempre renovándose y los estrógenos contribuyen al equilibrio entre su proceso de formación y destrucción. Pero cuando no hay bastantes, la estructura ósea sufre y eso puede provocar fragilidad y aumento de las fracturas, es decir, osteoporosis.
- Afecta al sistema nervioso: Un nivel de estrógenos adecuado ejerce una influencia positiva sobre el sistema nervioso central y se ha comprobado que también estimula la libido. Su carencia, no obstante, puede provocar a veces cambios de humor repentinos y que estés mucho más irritable.
A los 40 años los estrógenos bajan y con la menopausia descienden hasta una décima parte
Algunos estudios han comprobado que hacer ejercicio y mantener relaciones sexuales regularmente repone esta hormona en caso de que haya descendido.