Cuando hablamos de Candidiasis hacemos referencia a aquellas infecciones por especies de hongos del género Cándida, siendo la C. Albicans, el hongo más común.
Los síntomas de la aparición de esta infección se debe a cambios hormonales, los antibióticos, la diabetes, los tumores, el VIH, pudiendo favorecer la formación de dichos hongos. La encontramos más frecuentemente en edad reproductiva y habitualmente antes de la menstruación.
Se diagnostica por la clínica, por síntomas como: picor, escozor, ardor genital o dolor con las relaciones sexuales. Puede acompañarse de hinchazón y enrojecimiento a nivel de la vulva y se puede acompañar de lesiones de rascado y presencia de flujo blanquecino grumoso.
Cuando acudes a la clínica ginecológica, se realiza una exploración, en primer lugar, para visualizar la zona genital y perianal y colocar un especulo vaginal para tomar muestras. En ocasiones realizar una exploración, nos permite aportar un diagnostico y aplicar un tratamiento adecuado lo antes posible, aliviando los síntomas. En algunas situaciones se completa la exploración ginecológica con un tacto bimanual para valorar la movilización uterina y la presencia o no de dolor pélvico como parte del diagnóstico diferencial con la enfermedad pélvica inflamatoria.
El tratamiento es preferiblemente tópico mediante cremas o comprimidos dentro de la vagina y se si se puede usar dosis única o dosis múltiples durante 3 a 5 días.
Es aconsejable tener una dieta saludable, controlar los azúcares y cambiar los hábitos de higiene, con un solo lavado diario con productos adecuados, evitar la ropa apretada o sintética, no abusar de los salvaslips que no dejen transpirar la zona vulvovaginal.
Es preferible acudir al ginecólogo al inicio de la sintomatología. No tomar medicación sin prescripción médica.