Una de cada cinco mujeres lo sufre. No es grave, pero conviene saber cómo identificarlo para mantener a raya los brotes y evitar los posibles contagios.
Según la Organización Mundial de la Salud, es una de las enfermedades de transmisión sexual más común que existe. La razón es que el virus que lo provoca produce dos proteínas que esquivan muy fácilmente tu sistema inmune.
De hecho, se considera que 1 de cada 5 mujeres entre 14 y 49 años sufre un herpes genital. En el caso de los hombres las cifras son menores: solo 1 de cada 10 varones lo padece.
¿ES EL MISMO VIRUS QUE EL DEL HERPES ORAL?
Tanto uno como otro están provocados por los dos tipos de virus de herpes simple que existen: el VHS-1 y el VHS-2. Todo depende de la zona donde «se instalen».
Si infectan los genitales hablamos, obviamente, de herpes genital. Si afectan a labios, boca o garganta se trata de herpes oral.
Se ha demostrado que las personas con enfermedad inflamatoria intestinal tienen más riesgo
Es cierto que el VHS-2 suele «preferir» los genitales y el VHS-1 la zona de la boca, pero ambos pueden dañar las dos áreas y, también, contagiarse de una parte a otra, por ejemplo a través del sexo oral.
CÓMO SOSPECHAR QUE TIENES HERPES
En algunos casos no da síntomas, pero en otros provoca llagas ulcerosas que duran unos días y los brotes se pueden repetir de forma recurrente.
A las llagas ulcerosas, que en ocasiones pueden confundirse incluso con picaduras de insectos, pueden acompañarle otros síntomas:
- Sensación de presión en el vientre.
- Malestar parecido al que se siente cuando tienes gripe, incluida la fiebre.
- Ardor o picor en la zona genital o anal.
- Ganglios inflamados.
- Dolor en las piernas, los glúteos y los genitales.
- Flujo vaginal de color y textura fuera de lo habitual.
Si crees que te has contagiado, acude al médico de inmediato para confirmar el diagnóstico y seguir el tratamiento adecuado.
Existen fármacos antivirales que pueden reducir o prevenir los brotes, además de disminuir el riesgo de contagiar a tu pareja. De todas maneras es siempre el médico quién debe decidir el tratamiento.
Durante el brote es importante mantener las llagas limpias y secas y aplicar sobre ellas compresas de hielo para que curen más rápido.
Aplicar compresas de hielo ayuda a que curen más rápido las llagas
El herpes genital no es grave, pero aumenta un 40% el riesgo de VIH y, en algunos casos raros, puede dar lugar a complicaciones como una encefalitis (inflamación del cerebro).
CUIDATE PARA MANTENERLO A RAYA
El virus del herpes no se «cura». Una vez se contrae, permanece en el organismo toda la vida y, aunque no es grave, origina brotes puntuales que pueden ser más o menos intensos.
Se sabe que es más fácil que estos hagan su aparición en épocas de estrés o cansancio, situaciones que, curiosamente, afectan a tu sistema inmune debilitándolo.
Mantén fuertes tus defensas para reducir el riesgo de contagio
Por eso se sospecha que unas defensas fuertes son tu mejor escudo para mantenerlo a raya. Y esto se consigue cuidándote: sigue una alimentación equilibrada, duerme bien, haz ejercicio…
ASÍ PUEDES ALEJAR EL CONTAGIO
Se contrae por el contacto directo con llagas abiertas, normalmente durante el sexo vaginal, oral o anal.
Por eso se aconseja no tener relaciones sexuales justo cuando hay un brote, ya que así se evita el contacto con las llagas.
Usar el preservativo durante las relaciones evita gran parte de las infecciones
Aunque las llagas no existan, también puede haber contagio si hay contacto genital con una persona infectada.
- A la primera señal de alerta (ardor, picazón u hormigueo) evita mantener relaciones íntimas y habla con tu pareja sin complejos o miedos. Como mencionamos al comienzo del artículo, el virus es muy común.
- Si te preocupa la posibilidad de contagiar a tu pareja consulta con tu médico lo que puedes hacer.
- Ante un brote, evita tocar las llagas. Si ocurre lava bien tus manos con agua y jabón.
- Repite el procedimiento después de ir al baño.
Para evitar el contagio es clave el uso de barreras de látex bucales y preservativos. La prevención es clave.