¿Cómo afecta la menopausia al síndrome genitourinario?
Con la menopausia, la ausencia de estrógenos origina una serie de cambios en la piel de la vulva y de la mucosa vaginal, ocasionando las siguientes consecuencias:
- La pérdida de grosor, elasticidad y lubricación de la vagina.
- Aparece la sequedad, el picor, y disconfort vulvovaginal. Las relaciones sexuales se vuelven más dificultosas y dolorosas ya que la vagina se estrecha y se acorta, y está menos lubricada.
- Estos cambios también repercuten en las estructuras próximas: la vejiga y el recto, favoreciendo la aparición de incontinencia de orina y de infecciones urinarias de repetición.
- Aparecen cambios en el pH vaginal afectando a su microbiota, los gérmenes que habitan en la vagina, y predisponiendo a las infecciones vaginales de repetición.
Estos cambios pueden condicionar la vida de las mujeres por la sensación de sequedad y picor diario, o pueden limitar su forma de vestir, evitando la utilización de prendas ajustadas, porque aumentan la sintomatología descrita, o por la necesidad de utilización diaria de protectores higiénicos por el miedo a las pérdidas de orina. Las pérdidas de orina puede limitar o condicionar la práctica deportiva. La sexualidad se altera de manera importante no sólo por los cambios que sufre la vagina, sino también por la ausencia de lubricación, contribuyendo a la falta de deseo y a importantes cambios en la esfera sexual.
La calidad de vida se ve afectada en un 30-50% en este grupo de mujeres por lo que se podría pensar que es un motivo de consulta frecuente en ginecología, pero no es la realidad actual, bien por creencias culturales relacionadas con el envejecimiento, por vergüenza o porque no se sabe plantearlo. Así ni las mujeres preguntan cómo solucionar el problema, ni tampoco los ginecólogos lo planteamos con la suficiente rotundidad.
Fuente: http://obsginecologos.com/sindrome-genitourinario-mal-llamado-envejecimiento-vaginal/